¿Leer en ebook o libro tradicional?
Hoy quería traer un tema interesante y polémico, del que se ha debatido mucho (y lo que queda). Se trata de si es mejor leer con lector digital o con libro tradicional del-de-toda-la-vida.
Bien, yo no soy librero, ni tampoco tengo acciones de ninguna empresa que venda e-readers. Es cierto que mis libros se venden en Amazon y en otras plataformas digitales, pero también los vendo en papel. Así que os doy mis argumentos objetivos basados en toda una vida leyendo en papel y 3 años y medio leyendo también en digital.
Aquí van mis argumentos a favor del EBOOK:
– Lo llevo siempre encima:
El lector de ebooks que yo utilizo, que es el Kindle, es ligero y bastante pequeño y delgado, por lo que SIEMPRE lo llevo encima. ¿Y eso en qué afecta? En que soy capaz de leer en los sitios más insospechados, cuando antes con el libro en papel habría sido imposible.
Os pongo un par de ejemplos, antes de que penseis en el aseo (bueno, ¿ahí por qué no?): Estoy en la cola del supermercado para pagar, y calculo que tengo 5 minutos de espera. ¿Que hago? Saco el lector y me pongo a leer.
Otro ejemplo: En mi trabajo tengo que realizar visitas a empresas, lo que significa que lo normal es que entre en recepción de la empresa, me presente a la persona que hace de recepcionista y espere allí sentado a que me reciban. El tiempo que puedo estar esperando puede variar entre un par de minutos (lo normal son 5-10 minutos) o, en ocasiones, la horripilante espera de 20 minutos. Así que Kindle en mano y a esperar, que es gerundio.
Con un libro no puedes hacer esto, quitando que sea de edición de bolsillo, y aún así es muchísimo más voluminoso que un ebook. Además, si lo haces, como al libro le das mala vida de tanto llevarlo por ahí, acaba con las tapas destrozadas.
– Se usa a una mano:
Esto parece una chorrada, pero es FUNDAMENTAL y no me fijé hasta el otro día en que estaba leyendo un libro en papel (hacía un par de meses que no leía uno) y me di cuenta de lo incómodo que era. Para leer en papel, necesitas una mano para sostener el libro, pero, si lo abres, necesitas las dos para que no se te cierre. Si estás acostumbrado igual ni te has dado cuenta, pero hay muchas situaciones en lo que esto es un incordio. Por ejemplo, para leer de pie (como os contaba que hago en el supermercado), es un incordio hacerlo con dos manos. O al estar tumbado o recostado en el sofa, no hay ni punto de comparación a simplemente apoyarlo en el regazo y darle al dedo para pasar la página que tener que estar todo el rato con las dos manos ejerciendo presión sobre el libro para que este se mantenga abierto. Hay quien sí lee a una mano un libro normal, pero acabas destrozando el lomo.
Además, como en mi caso, que tengo cuatro hijas, suelo ir a parque y a sitios similares, puedo estar de pie caminando y con el lector en la mano.
Aquí tenemos la prueba. Yo leyendo de pie mientras mis nenas juegan.
– Se puede cambiar el tamaño de la letra:
Esto es, simplemente, genial. Cuando compras un libro, generalmente no puedes elegir el tamaño de la letra, salvo que hayan varias ediciones en el mercado. Así, hay libros que tienen la letra muy pequeña. Vas a leer sin problemas, pero te dices «si hubiera sido un poco más grande, mejor». Además, a más letra más pequeña, más tienes que forzar la vista.
Con el e-reader te puedes ajustar el tamaño que quieras, de tal manera que leer es menos cansado.
Además, esto es especialmente útil cuando estés leyendo a la vez que realizas otras actividades.
¿A la vez que lees haces más cosas?, ¡anda ya!
Pues sí, y os sorprendería saber cuántas. ¿La mas típica cuál es? Pues es bien fácil, cuidar de mis 4 niñas menores de seis años, o por decir otra, estar cocinando. Al hacer otra actividad a la vez que lees, cada cierto tiempo tienes que apartar la vista del ebook para fijarla en otro punto y luego volver. Si la letra es pequeña, ya te has perdido. Así, cuando hago varias tareas, pongo la letra más grande.
Aquí estoy vigilando a la peque mi hija penúltima. Aumento el tamaño y puedo leer cómodamente.
– Se puede leer sin luz:
Esto dependerá del lector de ebooks que tengáis. Yo hace menos de un año que me agencié la nueva generación de Kindle, que va con luz incorporada.
!Anda ya! Pero es muy malo leer sin luz, ¡es fatal para la vista!
Sí guapo, pero son los once de la noche y mi hija de dos años tiene un cabreo brutal encima y no le sale de las narices dormirse. ¿Qué quiere? Pues que esté con ella, simplemente; no que la coja o la acune, simplemente que esté. Así que, ¿qué hago? Muy fácil. Kindle en mano y, poniendo la luz del dispositivo muy suave, puedo leer mientras estoy sentado en la cama esperando a que se duerma.
Luego me toca salir de la habitación arrastrándome por el suelo tipo comando para que no me vea, y ojo, que con me cruja la rodilla al arrastrarme ya se despierta, pero esa es otra historia. Con el libro no se puede hacer, básicamente porque mis hijas para dormir necesitan que esté completamente oscuro. Así que olvídate de lamparita o flexo.
También a mi mujer le ha venido muy bien, y aprovecha cuando le toca dar pecho al bebé de madrugada para leer. En la habitación tenemos ahora una luz muy suave puesta toda la noche, pero no es suficiente para leer. Si añadimos la del lector de ebooks, genial.
– Lo puedo utilizar en mil y un sitios:
Seguro que si yo pronuncio la palabra «felicidad» o «satisfacción» y os digo que penséis en una escena, se os ocurrirá en seguida una o varias situaciones que reflejen esa palabra.
Ahora os cuento yo la mía: metido en el jacuzzi al aire libre que tiene una tía mía en su villa (¡qué bien te lo montas, Magnolia), con una sombrilla, un buen vaso de horchata y con el Kindle en la mano (y silencio de niños, por supuesto). Ahhh, qué placer. Ahora lo piensas con el libro: ¡ay no!, que se moja, ¿cómo paso las páginas? (esto tiene que ver también con lo que os he comentado de las dos manos). Voy a leer en la cocina, ¡ay no!, que se mancha el libro si lo dejo sobre el banco. Me voy al campo, me siento en el suelo a leer, ¿dónde lo dejo? Ay, ¡cuidado! el suelo está húmedo.
En cambio, con el Kindle, como solemos decir por aquí, me la bufa. Lo único que tengo que evitar es, por supuesto, que no pueda caer dentro de un recipiente con líquido, pero me da igual que se manche, o que se moje un poco, un pañito o trapo y limpio.
– El saber SÍ ocupa lugar:
El dicho no dice exactamente eso, pero yo lo he cambiado y por una razón muy obvia:
Vamos a ver: mi casa tiene poco más de 90 metros, y tengo mujer y 4 hijas. ¿Qué significa eso? Que no voy sobrado ni de armarios ni de estanterías. Seguro que a ti te pasa parecido.
A mí, en mi casa, ya no me caben más, y no es porque tenga una biblioteca gigantesca. De hecho he ido varias veces a la biblioteca de mi pueblo a regalarles libros. «Están nuevos», me dicen asombrados. Claro, los he leído una vez y luego los he guardado, y yo trato muy bien los libros. Obviamente los que regalo son los que me han parecido mediocres o justitos, pero cada vez tengo menos de esos.
En el caso del e-reader el dicho sí se cumple, puedes llevar más de mil libros de libros, sin preocuparte que dónde los guardarás en tu casa o si te cabrán en la maleta o no cuando te vas de vacaciones.
A modo de ejemplo, yo tengo un hermano que vive fuera de España y además no vive siempre en el mismo sitio, por lo que va siempre hasta los topes de equipaje y no puede llevar una biblioteca ambulante encima. Así, muchos de sus libros los guarda en casa de mis padres. Desde que le regalamos el Kindle todo este problema se acabó.
Por tanto es ideal para la gente que viaja.
Aquí tenéis una pequeña muestra de lo que tengo en mi Kindle. Solo en ciencia-ficción tengo unos veinte títulos.
– Hay libros digitales tirados de precio:
Muchos a lo mejor pensáis que el e-reader es para luego conseguir libros piratas a punta pala. Pues no es necesario. De entrada, hay muchos clásicos que se pueden descargar de forma legal y gratuita. Además, en general los ebooks son más baratos que los libros normales.
Por ejemplo, hace un par de meses salió una oferta en Amazon: El Juego de Ender por algo menos de 2 euros, cuando la versión en papel estaba por unos 12 euros. No me lo pensé y, aunque ya lo había leído, me lo agencié. Algo así pasó hace poco con «El Marciano», de Andy Weir.
Así, podemos encontrar libros a precios muy económicos.
Además, hay una lista muy larga de los llamados escritores «indies», es decir, los que se autopublican, con novelas de muchísima calidad. Obviamente no me voy a poner como ejemplo, no sería objetivo, pero si os gusta la ciencia ficción podéis adquirir libros de autores como por ejemplo Alberto Meneses o Miguel Ángel Alonso Pulido (algunos de sus libros he reseñado aquí) por un precio ridículo. Que nos os engañen, una novela de un escritor autopublicado puede tener igual o más calidad que una de los llamados «bestsellers», por mucho que no haya una «aditorial tradicional» detrás, aunque, por supuesto habrá que saber elegir bien.
Nota a este punto: todo ebook que vale más de 6 euros me parece un robo a mano armada.
– Pijadas varias:
Esto va a depender del tipo de e-reader que tengas, pero por ejemplo, en el caso del Kindle, puedes vincular varios e-readers a una misma cuenta. ¿Para qué vale eso? Pues por ejemplo para que mi hermano que viven en Colombia pueda recibir directamente en su dispositivo los ebooks que yo compre desde España. En ese caso, comprando un solo ebook, lo podemos leer los dos, por lo que es como si te hubiera costado la mitad.
Además, los ebooks comprados, aunque los borres, se quedan eternamente en la nube, por lo que puedes volver a descargarlos cuando quieras, y la versión incluso se actualiza.
Ahora, aquí van mis argumentos a favor del LIBRO TRADICIONAL:
– No van a pilas:
Siendo puristas, es una ventaja, si bien es verdad que con los e-readers de ahora el tema de la batería no es un problema, ya que puedes leer un mes entero sin quedarte sin batería.
-Hay que tener ordenador y saber usarlo:
Obviamente los libros no se descargan por ciencia infusa, hay que buscarlos y para ello necesitamos conexión a internet y saber movernos por las tiendas virtuales. Con un libro tradicional eso no pasa, no tienes ninguna necesidad de saber que es eso de windows, simplemente vas a la tienda y eliges el que más te guste. Si te manejas bien con el ordenata también puedes comprar por internet, claro, en ese caso ebook y libro estarían en igualdad de condiciones a este respecto.
– Es más fácil moverse adelante o atrás en la lectura:
Estás leyendo un capítulo y de repente hay un personaje que ha hecho algo que no recuerdas. Con el libro en papel simplemente retrocedes hasta que encuentras el pasaje que buscas y lo relees. En los lectores de libros digitales puedes marcar las «páginas» y añadir notas o subrayar, entre otras cosas, pero no es lo mismo, es mucho más tedioso.
Esta ventaja del libro es especialmente importante cuando en la novela hay anexos al principio o al final (un mapa, un listado de personajes, etc.). Es infínitamente más cómodo esto en el libro tradicional.
– Las imágenes, mucho mejor en el libro de siempre:
El ebook tiene un tamaño de pantalla que, si bien es bastante grande, no es igual que en los libros. Las imágenes, gráficos, mapas, etc. mucho mejor en un libro normal.
– Los libros quedan muy bonitos en las estanterías:
Creo que no hace falta explicar este punto.
– Los libros te los pueden dedicar:
A mí me encanta tener libros dedicados por los autores. Con el ebook, complicado…
Un ejemplo, uno de los últimos libros que me han dedicado.
– Para los coleccionistas:
Obviamente con libros tradicionales puedes coleccionar primeras ediciones y cosas así, pero esto solo sera interesante para una minoría.
– El libro si se cae no se rompe:
Una ventaja frente al e-reader, si bien, igual que los teléfonos móviles, estos últimos disponen de fundas protectoras que puedes comprar por poco dinero. A mí nunca se me ha roto ninguno de los que he tenido, y se me han caído más de una vez al suelo. Además os aseguro que son a prueba de babas.
– Es que me gusta el olor de los libros, y el tacto, ¡ay qué gustillo!:
Pero vamos a ver, ¿tú qué haces con los libros, guarrete? Los libros son para leerlos, no para meterles mano. Para mí esta no es una ventaja, porque lo que se trata es de leer. También podía poner como ventaja que el libro viene bien para ponerlo debajo de la pata de una silla coja (mi madre usa unos muy gordos en Navidad para prensar el pollo trufado, que está de muerte), pero esa no es la función del libro.
En resumen:
Las ventajas del e-reader son APLASTANTES frente al libro tradicional, porque, al final, ¿cuál te permite leer más? Pues el e-reader por todas las comodidades que tiene. Por experiencia personal, desde que tengo Kindle leo muchísimo más que antes de tenerlo, justamente porque siempre lo tienes a mano.
Además, muchas editoriales en papel «se flipan» con los precios de los libros, mientras que un ebook siempre será más económico, si bien las editoriales «normales» todavía tienen que aprender mucho de este mercado emergente y bajar ajustar los precios en soporte digital (¡¿8 euros por un ebook?¿tengo cara de tonto?!).
No obstante, la lectura digital nunca sustituirá a la tradicional del todo, aunque esta última va a ir bajando (y mucho) irremediablemente, hasta estabilizarse, ya que siempre habrá libros que preferiremos leer en papel. ¿Qué libros son esos? Los que tienen ilustraciones o algún otro tipo de valor añadido que no tenga la versión en ebook.
No obstante, una cosa no quita a la otra. Si el libro es bueno de verdad, el lector quiere tenerlo en papel. Yo tengo la suerte de que que algunos de mis lectores, después de leerse mis libros en formato ebook, me los han comprado también en papel, para ellos o para regalarlos, una verdadera gozada.
Y vosotros, ¿qué opináis?¿Ebook o libro?
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